01 diciembre 2021

Los olvidados : 90 años de la entrega de la llave del Alcázar a Sevilla


  Sé que lo políticamente correcto no es mi hobby, sé que soy molesta para muchas y muchos porque no practiqué nunca la pleitesía y sé que a estas alturas, difícil cambiar. 

Mi padre decía que el había pasado de ser hijo maldito de Sevilla a ser hijo predilecto pero lo del hijo predilecto nunca lo creyó porque no dejó de sentirse hijo maldito. Consecuencias de no deberle nada a nadie ni de tener que comulgar con ruedas de molino. Y dicen que hay cosas que se heredan…

Es curioso que los y las que más predican la teoría del derecho a la libertad de expresión, menos la encajen.

Hoy, junto a mi hermana, he asistido al acto de celebración de los 90 años de la entrega a la ciudad del Sevilla de la llave del Alcázar durante la Segunda República  (1931) a propuesta del Ministro de hacienda Indalecio Prieto y actuando el ministro Martínez Barrios en nombre del gobierno. 

En el acto se ha entregado la llave del Alcázar a los trabajadores que durante toda su vida han cuidado del palacio (el más antiguo de occidente en uso) así como a los distintos alcaldes de la ciudad y a los alcaides , recogiendo la llave de algunos de ellos sus descendientes. 

Tras la entrega, se han leído tres poemas de diferentes autores sevillanos. 

 

Y quiero pronunciarme sobre esto : 

Entre toda la lista de alcaldes de la ciudad de Sevilla, al único que no se ha mencionado es a Alejandro Rojas Marcos y no es porque él lo haya prohibido. Rojas Marcos, lo que no quiere es que se le entregue ninguna llave ni ningún reconocimiento por ser alcalde pero en ningún momento ha dicho que no se le mencionara como alcalde de Sevilla, es más, como quien – para colmo- hizo del Alcázar un organismo autónomo, como tantas cosas que hicieron en la corporación andalucista que se oculta. Nada de eso se ha mencionado y yo quiero decirlo aquí,  para que, al menos, aquí quede.

 

Y vamos a por la segunda: selección de poemas que, con todo derecho, hizo quien lo haya hecho pero hubiera sido bonito, en honor a la cultura y al habla de la ciudad del Alcázar, que el castellano hubiese estado ausente y que un precioso andaluz hubiera llenado el patio junto a las luces del atardecer. No sólo bonito, sino honesto con nuestra identidad de pueblo milenario. Después, donde toca hacer como que defendemos nuestra modalidad lingüística, ahí están todos y todas para quedar bien pero cuando hay que practicar la defensa “ni sabe ni contesta”.  Es una forma de seguir diciendo que el andaluz no es digno para recitar poemas de andaluces en el Alcázar andaluz, que es más para comprar fruta en el mercado o para las series de narcotraficantes. 


Y ahora, la tercera. A nuestro rey poeta, del que se ha descubierto un primer palacio en dos de las casas del Patio de Banderas, aquel que recitaba y escribía en los jardines, ni mencionarlo. Se mencionan las casas que se adquieren pero se evita pronunciar su nombre. Se eligen tres poetas para un acto en el Alcázar y sobre el Alcázar, pero nadie de los responsables del acto se acuerda que los primeros poemas que escucha el Alcázar eran los de Almutamid, el rey poeta de Sevilla. Qué justo con nuestra historia y con la historia del palacio hubiese sido que uno de sus poemas volviera a resonar hoy en aquellos muros. 


Y vamos a terminar con la cuarta, que como hablamos de Sevilla, echamos manos de sus cuatro sevillanas. La cuarta es lo de siempre y lo de siempre es que los dirigentes de esta ciudad convierten a sus hijos e hijas malditas en predilectos/as cuando ya no tienen mas remedio, cuando la realidad y los hechos les escupe a la cara y ya no pueden obviarlo, pero si dependiera de ellos, los dejaban tirados en un pozo desde donde ni siquiera se les pudiera escuchar la voz de auxilio. 


Gracias papá , hijo maldito, porque nos dejaste un espejo en el que nunca vamos a dejar de mirarnos.  Aunque no se tenga la recompensa que da la pleitesía, se tiene una mucho mayor, la de vivir con dignidad.


21 septiembre 2021

Cuando sobrevuela la desesperanza

 

El peor de los sentimientos es tener la esperanza perdida. Lo pensaba Lorca lo pensaron muchas y muchos antes de él y lo pensamos muchas y muchos después de él porque es un sentimiento que no pertenece mas que al ser humano desde la noche de los tiempos.  

Hay quienes, contra viento y marea que es lo mismo que decir ahora contra falsas y catetas modernidades y sociedad digital capitalista globalizadora, no la perdemos pero, debo confesar, que hay ocasiones en las que nos sobrevuela. 

Para quienes hemos vivido tan de cerca la lucha de artistas que nos precedieron para arrancarle de raíz a Andalucía su disfraz más hirientemente folklórico y  devolverle su dignidad cultural , cuya lucha y empeño heredamos algunas/os, asistimos perplejas a la banalización de nuevo de las expresiones identitarias culturales andaluzas entre los y las jóvenes. Y lo que es mucho peor, entre las y los jóvenes que se supone han aprendido y asumido esa lucha andaluza por pertenecer a círculos políticos concretos en los que se debería tener una cierta consciencia cultural andaluza, distinta a la del resto de jóvenes.  Pero no. Los mismos esquemas de siempre, las mismas justificaciones, los mismos argumentos han arraigado en ellas y ellos y lo que parecía normal en el franquismo sigue pareciendo normal ahora con otros argumentos. Igual que sigue arraigada la misma consigna de “la evolución de los tiempos” como si los tiempos realmente hubiesen evolucionado porque haya aparecido la tecnología, internet y las redes sociales. He conocido a artistas y leído a artistas de “otros tiempos y de otros siglos” a los que hoy les parecería viejo, manido y retrógrado cualquier cosa que escucharan de estas y estos jóvenes. La mayoría no ha dedicado un minuto de su tiempo a mirar atrás y a aprender todo lo que no saben. Es como si lo andado para avanzar no hubiese servido para nada. Y así estamos: estancados, en el mismo lugar de partida pensando que estaos haciendo cosas nuevas.

Todo es política pero la política no lo es todo y si la política - que sigue siendo igual de vieja que siempre y en la que se siguen reproduciendo los mismos errores- no entiende el hecho cultural como la más poderosa arma de transformación de los pueblos y que hay que planificar “a largo plazo”  - independientemente de atender las carencias y necesidades de la gente a corto plazo e ir hacia una sociedad menos desigual en la que no deben perder siempre  los mismos- es normal que a algunas nos sobrevuele la desesperanza. Sobrevuela y se aleja. Afortunadamente.

Creo, sinceramente, que estamos andando “patrás” y sumergidas/os en un espejismo muy peligroso creado por quienes saben manejar unos hilos que nunca dejaron de manejar. 

 

26 febrero 2021

El castellano : modalidad lingüística del andaluz

En estos días que preceden al 28F y con algunos debates en la mesa en torno al andaluz y al acento -sin cerveza- quizás, en vez de pronunciar ese vacío de contenido “orgullosos/as de ser andaluces/as, que puede decirlo cualquiera como frase hecha, sería más interesante investigar, leer, aprender, conocer y poner en valor muchas publicaciones en torno al andaluz como lengua criolla y que se comenzara a llenar de contenido nuestra identidad huyendo de lugares comunes y frases hechas.

 

Y atrevernos a plantar debates, por mucho revuelo o estupor que causen o por mucho que puedan ser criticados o ridiculizados a lo que estamos más que acostumbradas. 


Y en este orden de cosas, yo me pregunto: ¿por qué no es el castellano una modalidad lingüística del andaluz y no al contrario? 

Y me lo pregunto por razones concretas. 

 

Los castellanos conquistaron, vencieron por las armas pero no vencieron culturalmente como pretendían, entre otras cosas, porque la cultura que en aquellos momentos poseían los conquistados eran mucho mayor y mas rica que la de los conquistadores castellanos, que, por la fuerza, sometieron a nuestros antepasados andalusíes a una aculturación evidente pero ni en tiempo – tres siglos mas- ni en sabiduría puede equipararse aquel territorio andaluz – que aún no era denominado Andalucía- con lo que traían los castellanos y otros reinos del Norte : 500 años, no sólo frente a 800 de Al Andalus, sino frente a miles anteriores de cultura autóctona mantenida bajo diferentes dominaciones.  Fundamentalmente, durante los ocho siglos de presencia musulmana se puede decir, y así lo afirman muchos académicos, que se forjó un habla criolla riquísima y singular. Es lógico pensar, que la influencia de una mayor cultura y unas peculiaridades muy arraigadas en el territorio de lo que hoy es Andalucía pudieron ejercer una influencia importante en los vencedores, más allá de que estos impusieran a golpe de leyes y pragmáticas su lengua, su cultura y su religión. Y, como vencedores, intentaron borrar, sin conseguirlo, muchísimos rasgos propios. 

El andaluz, en su origen podemos decir que es una lengua criolla aljamiada-mozárabe-castellana, por tanto no puede considerarse dialecto del castellano.

Hay aún mucho que decir, mucho que descubrir y que investigar pero creo que cada vez hay menos dudas sobre que el andaluz es una lengua criolla, por tanto lengua propia de Andalucía, como afirman muchos componentes de la Junta de Escritores en Andaluz y otros académicos, porque combina rasgos fonéticos, morfo-sintácticos de la aljamía, con una base léxica esencialmente castellana, salpicada con otras voces léxicas del mozárabe conteniendo, además, palabras que no tienen correspondencia en castellano. 

 

El andaluz es una lengua materna, vehicular de Andalucía. 

 

Y hoy, tan cerquita de ese 28F, día oficial de Andalucía, he amanecido pensando ¿No será que es el castellano una modalidad lingüística del andaluz y no al contrario? 



 

 

 

06 febrero 2021

Un acento con tapa de huevo frito

Un acento con tapa de huevo frito

 

Parece que se ha calmado el revuelo del spot de la cerveza con acento y, con más distancia, dejo algunas breves notas que quise escribir en medio de la tormenta pero no era el momento. Dicen que es bueno contar hasta 10, 100 0 1000 antes de que las vísceras sean las que hablen por ti. Y eso he hecho.  He contado mucho mas de 1000 en estos días de reflexión pero, en este caso, no me ha servido de mucho porque el sentimiento es el mismo, no se ha movido un ápice por mucho que haya leído tanto elogio, tanta conclusión de resurgimiento andalucista, tanta columna con teorías que no sólo entristecen a quienes creemos que hay sectores que lo deberían tener claro sino que te invitan a comprobar que han cambiado muy pocas cosas, desafortunadamente. 

La colonización es tan grande como imperceptible, tan sutil como cruel y llega hasta lugares y grupos insospechados, a los que creías libres de virus enajenantes. 

Con tanto como tenemos con qué poco nos conformamos, con qué poco nos contentan. Nos conocen bien, saben cuales son nuestras debilidades, lo saben en los despachos del poder y lo saben en los despachos y reuniones de creativos publicitarios, a los que no les presupongo mala intención, pero desde luego, lo que no les supongo es consciencia de pueblo. 

Nos han reducido a un acento y estamos encantados. Somos un acento, toda nuestra historia, nuestra cultura, nuestra lucha queda reducida a un acento vinculado al folklore por mucho que lo disimulen con uno o dos grupos, imágenes o frase… la figura que reivindica el acento en ese “prodigio” de la técnica siempre fue símbolo de lo español, de España, para que nadie se llame a engaño. Y lo demás, lo andaluz, era un acento vinculado al hambre , la picaresca y la incultura. La memoria flaquea y olvida con facilidad. Nada es gratuito, nada es casual, nada es “solo” comercial. Pero nos conocen tan bien… 

Yo reniego de ese poderío vacío de poder. Yo reniego de ese poderío que nos roba la consciencia y nos sigue manteniendo en la sumisión. Yo reniego de ese poderío folklórico que tanto daño hizo a Andalucía y al que quieren vender como una brisa de aire fresco en una tierra que lo que necesita es justicia, poder propio, consciencia y mucha, mucha cultura y conocimiento de sí misma. No necesito que una multinacional aliente nuestro orgullo reduciéndonos a un acento, a un huevo frito, a tres frases aplicables a cualquier pueblo al que le quieran vender una cerveza. Pero nos conocen bien… tanto que hasta algunos acreditados andalucistas se han dejado arrastrar y sacado conclusiones que no puedo compartir. 

El marketing invade también las entrañas de la política, las redes, los mensajes facilones, los que no molesten y sean amables y "modernos" para lo que dicen que son otras generaciones, con otros lenguajes, con otras formas y yo, que vengo de un mundo artístico donde la vanguardia ha primado, donde lo que ha hecho que el mundo conozca el dolor, la rabia, la lucha, la rebeldía andaluza es el talento, la ruptura de fondos y formas que construyeron con los  clichés que sembraba y sigue sembrando ese falso poderío que ahora nos venden y volvemos a comprar, que por conocer lo que he tenido la suerte de conocer, me parece todo lo que quieren vender por nuevo tan antiguo, me niego a seguir la corriente, me niego a ser reducida a un acento con tapa de huevo frito. 

Y si lo puedo decir alto y claro es porque he perdido muchas oportunidades profesionales en mi vida , precisamente, por defender el andaluz y negarme a utilizar el castellano. 




Carmina Burana de Salvador Távora
con otro  "acento".