LAS GENERALIDADES

Ayer , en una fila de supermercado y tras un hecho concreto que ahora narraré, se desataron- mientras conducía de vuelta a casa- pensamientos y reflexiones que establecían un paralelismo con los momentos actuales de la política y, principalmente, de las conclusiones generales sobre la misma y aquellas/os que se 

dedican a ella.

Una cola de supermercado… una nueva empleada que abre una caja y dice eso de : “pueden pasar por aquí”. ¿Dejaron pasar los que estaban últimos a los que realmente les correspondía que eran los que estaban más cerca de ser atendidos?. Rotundamente NO. 

Todos corrieron a la nueva caja a ver quien llegaba antes y se colocaba primero quitándole el sitio al otro. 

En paralelo a esto, cientos de personas en Santiago se agolpaban y prestaban toda su colaboración para paliar lo que pudieran del trágico accidente. Si saco la conclusión sobre lo primero, diría simbólicamente que la sociedad civil es insolidaria, egoísta, que no piensa más que en sus propio beneficio, que pisa 

al otro para llegar primero… Si saco la conclusión de lo segundo, diría que es ejemplar, solidaria y generosa. 

Los dos hechos están protagonizados por la sociedad civil . ¿Cuáles iban siendo mis reflexiones de camino a casa?. Que en política es exactamente lo mismo. Se juzga el todo por la parte. Y no es lo más adecuado si 

de verdad queremos que las cosas empiecen a cambiar. Los cambios verdaderos son desde dentro hacia fuera porque desde fuera hacia dentro son superficiales, coyunturales, pasajeros y no produce cambios profundos. 

Nunca estuve en política hasta hace dos años que decidí – tras una petición de la organización- luchar desde dentro. Y me ha servido para muchas cosas entre ellas para conocer a muchos políticos y políticas , hombres y mujeres sencillos/as, que se dejan la piel por su gente , sus pueblos, sus vecinos. Ya nadie me tiene que decir que es o no es así porque yo lo estoy viviendo y es lo que me importa. Por ello en esas reflexiones de carretera que son tan útiles como las de mesa y libro, una vez más, sentía que la opinión generalizada sobre la política no es justa ni corresponde a la verdad.