02 agosto 2018

Otro dos de Agosto... Andalucía iba contigo



Estamos en tu patio, Blas, en este dos de agosto, frente a la puerta por la que vinieron a buscarte los hombres azules.

Ayer por la tarde, tenía la sensación de que las palomas blancas  que veo desde mi balcón, se recogían más de prisa, como si ellas también tuvieran memoria y recordaran los golpes en tu puerta y que los fusiles te estaban esperando en aquel agosto del 36.

Como todos los primeros de Agosto aprieta el calor pero no podemos evitar los escalofríos frente a tu puerta. 

Parece que estamos escuchando ahora esas llamadas azules, porque hace solo minutos, 82 años atrás, vinieron a buscarte y las casas tienen memoria.

Preguntan por ti. Tu sabes quienes son y a qué vienen. Mirarías a tu alrededor, a las fotos de tus hijos, tu mesa de despacho, tus libros… te levantarías mientras sigues oyendo voces y golpes en la puerta. Saldrías hasta este patio dejando atrás las salas que no volverías a ver, el suelo que no volverías a pisar.

Llegaste a la puerta y allí estaban ellos, con sus camisas azules, con sus ojos de hierro, con sus manos que no saben de temblores cuando sacan a un hombre inocente de su casa, porque son manos de asesinos sin almas.

Hay sollozos, abrazos… tu familia… no entienden que está pasando , tus hijos no entienden por qué llora su madre ni saben quienes son esos hombres azules que te alejan de ellos. 

Te arrancaron de tu casa un dos de Agosto con la intención de llevarte hacia la oscuridad de la muerte, del asesinato unos días más tarde. Pero tu llevabas contigo un universo de luz, de campos de olivos, de mares abiertos al mundo, de jornaleros sin tierra y de tierra fértil robada y maltratada, de ilusiones, de sueños que nunca pudiste ver hechos realidad.

No sé que sentirías cuando te llevaron Blas pero seguimos sintiendo escalofrío cuando recordamos este 2 de agosto. Ellos sabían lo que hacían, lo sabían tanto que fuiste de los primeros… y ¿sabes? Nunca me pareció extraño que fueras de los primeros porque llevabas contigo a Andalucía y eso era, precisamente, lo que querían detener. Representabas el mismo peligro que representas hoy y fueron a por ti con sus ojos de hierro, con sus camisas azules, con sus manos que no saben de temblores cuando sacan a un hombre inocente de su casa. No hacía aún ni un mes de aquel estreno del Himno que hoy es el nuestro y patrimonio de tu Andalucía, de nuestra memoria y nuestros corazones.

Se que hoy nos estarás escuchando cuando lo cantemos y se dibujara una sonrisa en tu rostro, esa que produce el saber que te detuvieron en vano.

Te fuiste con ellos y contigo de la mano iba tu país andaluz, nuestra nación andaluza.  El Guadalquivir fue testigo y por eso sigue intentando regar sin descanso con tu memoria esta tierra estéril de conciencia.

Ellos han desaparecido. No quiero dejar aquí el apellido del sargento que fue a por ti porque ya son solo unas camisas azules vacías, sin nadie dentro, porque nunca tuvieron dentro a ningún ser humano.
 8 Días pasarían hasta tu asesinato, como si el destino hubiese querido que vivieras un día por cada territorio andaluz, ocho calvarios, ocho misterios, ocho saetas de amor en tu pecho… el ocho del infinito como infinito es tu amor generoso que sigue sembrando esperanza desde Almería hasta Cádiz.

Los golpes en la puerta no les sirvieron de nada. No consiguieron detenerte aunque en este 2 de Agosto de 2018 siga existiendo el deseo de hacerlo y abandonarte en el olvido. Pero tampoco te van a detener por muchos golpes que den en tu puerta, por muchas llaves del silencio con las que quieren encerrar tu memoria  , porque estas en nosotros, porque aún hay andaluzas y andaluces de conciencia en esta puerta tuya, en tu patio de Coria, que te abrazan Blas, Andalucistas que siguen dando vida a tus palabras y enarbolando con orgullo y coraje la bandera y el legado que nos dejaste para siempre, la arbonaida que ahora tenemos en nuestras manos y que nunca dejaremos que la guarden en los cajones de la desintegración ideológica.

Los hombres azules ahora llevan trajes grises pero nosotros sabemos quienes son y les seguiremos enseñando esta verde y blanca, esta voz de un pueblo andaluz de luchas y de sueños. Ni la cultura oficial ni sus trajes grises oficiales podrán nunca apagar tu luz. No tienen brillo suficiente.
Quisiste que esta casa fuera la de la alegría, y con alegría te recordamos porque gracias a ti, hoy estamos hablando de este país andaluz de nuestros dolores y nuestros amores y continuando tu lucha, como podemos, como sabemos, con las herramientas que tenemos, persiguiendo horizontes liberadores, al lado, como tu, de los que no tienen nada y eso solo es motivo de felicidad.

Por eso en este 2 de agosto de 2018, un año once – tu sabes qué significa eso-  nos tienes en tu puerta para recordar, 82 años después, que no se puede matar un ideal y tu grito sigue vivo y siendo el nuestro y por siempre vivirá en nosotras y en nosotros, tus andaluces de luz.

VIVA ANDALUCÍA LIBRE!

Foto: Algunos miembros de Coordinadora de Sevilla ciudad - izquierda andalucista- y representación de Primavera Andaluza (Pilar González)