18 diciembre 2015

El voto 20D... a contracorriente.



Parece que todos en estos últimos días están empeñados en que no olvidemos ciertas cosas antes de coger la papeleta e introducirla en las urnas.
No voy a hacer ningún análisis sesudo ni intelectual ni en esos términos políticos que tanto nuevos como tradicionales usan ya en sus discursos repetitivos. Voy solo a no olvidar antes de coger la papeleta ya que tanto me lo recomiendan desde las tribunas televisivas. Y voy a volver a repasar ciertos videos que ahí están en la red para volver a escuchar lo que hoy han cambiado radicalmente sin ni siquiera gobernar algunos de los grupos que quieren dirigir este Estado.
Es curioso cómo el marketing televisivo puede arrasar con las ideas que en algunos creíamos arraigadas y sinceras. Es para analizar como se puede ignorar conscientemente lo que no nos gusta para votar llevados por unas corrientes que nunca desembocarán en esta tierra. Es bueno ver quienes van en las listas y quienes son si nos tomamos la molestia, porque no se vota al líder, se vota a los que van en las listas de cada territorio andaluz que acabarán – como todos- pulsando el botón que decidan en Madrid.
No, yo al menos no. Crecí con un defecto – compruebo a diario que debe ser un defecto - que es la coherencia. No puedo estar convencida -e intentando convencer a los andaluces cada vez que puedo- que ningún partido estatal luchará nunca por Andalucía, que vienen por los votos del mayor territorio del Estado disfrazados de lo que haga falta  - que pena que las elecciones no hayan coincidido con los carnavales-,  que sin una fuerza andaluza no vamos a tener nunca ese lugar necesario y conquistado por derecho y por lucha en ese debate constitucional que se nos avecina, que nuestra obediencia debe ser andaluza para que nuestra voz de pueblo se escuche fuerte y rotunda en Madrid,  y ahora votar en secreto a un partido estatal dentro de la izquierda por mucha banderita andaluza que ondeen en sus mítines porque la escenografía no me va a mover un ápice de mis ideas.
Creo que tenerlas claras no va con la corriente en estos días de elecciones pero qué le voy a hacer si siempre fui sincera y jamás escondí ni mentí sobre lo que quiero para está Andalucía desierta.
Voy a votar, claro que voy a votar. A las mujeres nos costó la vida conseguir el voto y poder participar en la vida política y social para que ahora nos quedemos en nuestras casas en elecciones. Voy a votar. Voy a coger mis dos sobres y en uno pondré “supresión de este senado” y en el más importante - después de cerrar los ojos y pedir un deseo con todas mis fuerzas-  introduciré una bandera verde y blanca donde escribiré “Viva Andalucía Libre” y pensaré en todos los que dejaron su vida , su esfuerzo, sus ilusiones y su trabajo por ella. Mi voto no será para ningún partido estatal y será nulo para la oficialidad pero muy válido para mi y para mi conciencia.
Y voy a sonreir, no se preocupen que no se me borra la sonrisa, porque mirando al futuro sigo viendo a un pueblo capaz de autoafirmarse y  despertar de su largo letargo.  Y si no fuera así también tendré motivo para sonreir este 20D porque he ejercido mi derecho al voto y mi voluntad intocable por los medios de comunicación, porque no me he dejado llevar por la moda política, porque no me han convencido y porque , a pesar de todo, siempre me habrá merecido y me merece la pena luchar por esta tierra andaluza. A mi manera y a contracorriente. 

08 diciembre 2015

7D : el concurso televisivo



Lo llaman debate y cuentan que es decisivo. El autobombo y la vanidad de las cadenas televisivas no tiene límites. Ellos hacen lo que deben porque el dinero manda y hace falta audiencia para que el capital siga alimentando a las cadenas. Otra cosa para analizar aparte es esa ciudadanía que se hace eco de lo que las cadenas ordenan.
Lo llaman debate y hablan de ganadores y perdedores.
Lo llaman debate y democracia y no están todos los que son. Es más, están los que aún no son eliminando a los que son y ni siquiera reclamando que estén todos apelando a esa verdadera democracia que dicen que traen debajo del… bueno muy debajo tiene que estar porque no sale por ningún lado. El haber consentido ese debate sin los otros habla por sí.
O sea que la presidencia del Estado Español se juega en un concurso televisivo que gana o pierde quien haya preparado mejor su actuación y sus respuestas o quien haya dado un golpe de efecto – dicen – en el mensaje final o quien lleve mejor puesta la chaqueta o la corbata del color más adecuado… o vaya en camisa.
En el concurso – que llaman debate – se presentaban cuatro contrincantes para ganarse unos a los otros. No para afrontar ante los ciudadanos la responsabilidad de estar en unas elecciones decisivas – eso si que es decisivo y no el debate- sino para ganarse los unos a los otros, para ver quién ha sacado más puntos en esa respuesta concreta, quien le había dado más fuerte en el costado al otro, quien tenía la mejor sonrisa o a quien le temblaban menos las manos, para jugar a eso de estar preparado siempre por si te coge un plano no previsto mientras habla el otro y tener el gesto adecuado…
Como si la política se redujera a un concurso que ganar , a unas respuestas que gana quien más recursos personales tenga, quien más acostumbrado esté a las cámaras, quien menos nervioso se ponga, quien mas muletillas use para poner nervioso a los demás… lo de menos es la política, lo de menos es lo que han hecho y dicho todos estos últimos cuatro años, lo que han cambiado de su discurso o no , lo que pueden aportar al futuro, lo que es creíble y lo que es ciencia ficción, lo que nos ofrecen de verdad a la sociedad y, particularmente  - en nuestro caso- a una Andalucía siempre espectadora y nunca protagonista de nada por sí misma, reina del paro, el fracaso escolar, la desindustrialización, la pobreza infantil, la enajenación y un dolor tan incrustado que casi ni se nota de tanto analgésico.
Y nos lo venden como histórico con toda la parafernalia y el contubernio de los “grandes expertos del periodismo político” de la cadena. Histórico desde luego… pero por razones muy distintas.
Los que dicen luchar contra el capitalismo se prestan a los juegos del capitalismo para sacar votos, para hacerse populares para llegar a conquistar el poder al que aspiran. Todo vale. Ir a concursos, hacer que los concursos parezcan debate, no solicitar la presencia de quien debe estar para ese “hola 2016” y encima hablan del cambio de la ley electoral que no es justa… todo vale. La incoherencia también. Un concurso no exige coherencia sino golpes de efectos y respuestas bien preparadas y "naturalidad". Las meteduras de pata sobre nuestro 4D tampoco importan. Total si los andaluces no se van a sentir ofendidos, si son mu buena gente y luego les ponemos chirigotas y se les olvida todo … que más les da que se haya metido la pata y dicho una barbaridad… si luego decimos que se ha querido decir otra cosa y ya está. Se conforman con poco estos andaluces…  si ni ellos mismos saben para qué se salió a la calle el 4D. Pregunten, pregunten en la calle a los jóvenes… Ven? No lo saben.
Lo mismo no hay ni que votar… quien gana el concurso gana el Estado. Si fuera por las cadenas hasta las elecciones se eliminarían. Ellos son mucho más poderosos que el pueblo.
¿Que era un debate? Disculpe entonces mi torpeza. No me di cuenta. Pensé que era un concurso. Y no encuentro al ganador. Veo a millones de perdedores llamados andaluces y para colmo me tendré que acordar siempre porque era mi cumpleaños. 

21 noviembre 2015

La Marsellesa


LA MARSELLESA

Ni la sé, ni la voy a aprender ni la voy a cantar. Para hacerlo tendría que aprender todos los himnos de todos los países donde a diario mueren seres humanos victimas del terrorismo y la barbarie a la que no se le llama terrorismo como esos seis millones de niños al año que mueren por causas evitables, o los que fusilan los mismos terroristas, o los que matan otros para traficar con sus órganos , o los que están a merced de cualquiera en países que también se rasgan las vestiduras en casos como los de Paris. Cada día mueren asesinadas miles de mujeres en el mundo y hay miles de victimas del mismo terrorismo que atacó Paris y de otros terrorismos. Y no pasa nada.
Nos dejamos llevar por los medios, por las puestas en escenas políticas, por las “grandes palabras” vacías no solo de contenido sino de verdad. Los mismos que venden armas y alimentan el terror se rasgan las vestiduras ante atentados como los de Francia y nos arrastran con ellos obligando a seguir sus dictados de lo que es bueno, malo, correcto, incorrecto, importante o despreciable. Nos niegan el valor del pensamiento, de la critica, del análisis propio del mundo. Nos niegan el negarnos a seguirlos por miedo a no ir con la corriente y que nos señalen como “raros”. Siempre el miedo amenazando la libertad personal y colectiva.
No compro que haya vidas más importantes que otras, que haya víctimas de primera y de segunda. No admito que miles de personas victimas del terror sean noticia de un día y olvidadas el siguiente y que se cambie de la noche a la mañana una Constitución por otras que seguirán siendo “noticia importante”  durante meses y movilizando a la comunidad política internacional. No. Todas duelen, todas son asesinadas, todas tienen madres, padres, hermanos, pareja que las quieren y que se rompen de dolor. TODAS.
Países hipócritas que han hecho estragos en su historia – grandes estragos- y que siguen viviendo de las rentas de un hecho como la Revolución Francesa en la que se mataron a 30.000 personas sin juicio y sin motivo justificado que no eran precisamente nobles. No hablemos de Argelia ni de tantas otras ocasiones donde la fraternidad. La igualdad y la libertad eran solo para ellos pero no para los demás. Y ahora nos meterán en una guerra. Y tocaremos las palmas y cantaremos la Marsellesa viendo a nuestros hijos con los fusiles en las manos. Ahora si. Cuando todo se pudo evitar y resolver de otra manera no. Cuando les interesaba crear el caos porque tenían y tienen grandes intereses económicos – que no valores humanos-  no importaba que el terror aniquilara a diario a miles de personas. De niños. De inocentes civiles Esas vidas no valen lo que las francesas. Esas vidas son las de “los nadies” y no valen nada para ellos.
No. No voy a cantar la Marsellesa. Condeno el terrorismo venga de donde venga cuando se lleva por delante víctimas inocentes de la sociedad civil, cuando impone la ley del miedo, cuando atenta contra los derechos humanos, cuando asesina indiscriminadamente., cuando se usa la religión como excusa condenando además a todos los que practican esa religión en paz. Pero no voy a cantar la Marsellesa porque , además, es un himno creado para la guerra y yo no entono himnos de guerra. 

14 septiembre 2015

La llama que no cesa . Viva Andalucía Libre!


Hace ya mas de año y medio que se fue mi madre y aún , cada vez que hago algo que a ella le gustaría, cada vez que llego a Sevilla de un viaje, cada vez que tengo un problema , cojo el teléfono para llamarla y contárselo. Se enterró un 27 de Febrero y aún con lágrimas en el alma, por la mañana del 28, cogí la blanca y verde y la llevé conmigo hasta el “teatro de las Medallas” , dejando vacío el asiento que dentro estaba a mi nombre y que nunca ocupé para quedarme tras la valla acusando a los responsables del gobierno andaluz de tanta barbaridad contra Andalucía. Conmigo iba el más pequeño de la familia - por propia voluntad – con otra bandera en la mano.
Si tras el entierro de mi madre - no hay que decir como es el desgarro- tuve fuerzas para empuñar una bandera andaluza, tras la digna y ejemplarizante dimisión del partido andalucista, tras la desaparición de unas siglas históricas, imagínense la que puedo seguir teniendo para  enarbolarla.
Por amor. Por amor se vive. Sin el motor y la energía del amor nada se puede ni nada se consigue de verdad. Otros tendrán otros motivos. Ellos y ellas sabrán. Pero el de un buen puñado de nacionalistas andaluces, con siglas o si ellas, es el amor. Cuando se ama de verdad no se pide nada a cambio pero al menos – que menos- hay que sentir que a quien amas lo estas pudiendo ayudar a ser feliz. Si eso no ocurre el amor sirve de poco.  Ahí es donde el amor debe recurrir a la cabeza y a la razón para alcanzar lo único que deseas : la felicidad de lo amado. Todo debe hacerse para conseguirlo, a todo debemos renunciar excepto a nosotros mismos y a lo que amas.
Hay llamas que aparecen a lo largo de la vida. Se encienden y se apagan, esa es la ley natural de muchas cosas. Hay amores que mas vale no haberlos tenido.  También eso es necesario para no cometer los mismos errores en la elección, lo negativo es el aprendizaje que todos tenemos y del que debemos tomar buena nota. Pero, en la vida, en esta que ahora vivimos con nuestros nombres y apellidos, hay amores y llamas que no se apagan nunca. Jamás. Desiertos, mareas, tifones, balas… y hasta desencantos no consiguen apagarlos ni destruirlos. Son tan profundos, tan fuertes, tan maravillosos que no dejamos que nadie nos lo arrebate : es por lo que merece la pena vivir.
Mi madre no se fue y hasta que no me vaya yo no se irá. Mi amor y mi lucha por esta Andalucía de nuestros dolores tampoco desparecerá nunca y ni siquiera morirá conmigo porque ya, en mi misma familia, en esos pequeños que son parte nuestra, en ese que salió conmigo el 28 F tras enterrar a su “ tata” hemos dejado la llama viva.  No solo se van de viaje acompañados de su blanca y verde para enseñarla al mundo con la mirada alta señalando quienes son y a qué están dispuestos sino que está ya bordada en sus almas y en sus corazones que es el lugar donde se guarda lo amado. Por amor, por las generaciones futuras y hasta mi último aliento.
El amor no se escribe con ninguna sigla. El amor se escribe solo con estas cuatro letras. La llama sigue viva. Luego se lo contaré a mi madre.
VIVA ANDALUCÍA LIBRE!!!

08 agosto 2015

Una Patria en la conciencia.




Blas. No estoy aquí esta tarde para dejarte flores y quedarme en paz con mi conciencia.
Vengo a decirte que quiero darle vida a tus palabras, que queremos darle vida a tus palabras,  realizar tus sueños , compartir tus sentimientos y afirmar que amamos a esta tierra  y que enarbolamos con orgullo y con coraje su bandera, aquella que tu ideaste para este pueblo y que ahora tenemos en nuestras mano: La arbonaida, la blanca y verde, la que sacamos por miles a las ventanas, a los balcones, a las carreteras y que nos han hecho guardar en los cajones de la desintegración ideológica.
Vengo a decirte, Blas, que no me importa predicar tu palabra, que si tenemos que convertirnos en predicadores de tu Andalucía y la nuestra, lo haremos, que queremos sacar tu valentía de las vitrinas y de las paredes institucionales donde está secuestrada,  donde no da fruto, donde se ahoga y que la sembraremos por las calles, por los campos, por las fábricas, por los institutos, por los colegios, por las escuelas de arte, por las universidades, por los teatros, por los cines, por la televisión… para que germine, que fructifique, que crezca, que ofrezca una esperanza tan verde como el de nuestra bandera. Esperanza en una Andalucía nuestra, próspera, no sólo en euros, sino también en cultura, en humanidad, en sueños, en ética, en utopías, una Andalucía dueña de su presente y su futuro.
Vengo a decirte Blas, que no tengo complejos ante nada ni ante nadie por ser andaluza, que no tenemos complejos porque sabemos que pertenecemos a un pueblo  milenario, profundo, singular, que supo dar lecciones al mundo de tolerancia, de paz, de prosperidad ... tu lo sabes bien.
Vengo a decirte que no tengo miedo, que no tenemos miedo porque no nos faltan los faros que nos guien, porque no andamos perdidos, porque todavía no han conseguido que naufraguemos. Que no tenemos miedo porque hay faros como tú, que nos quitan el temor al naufragio. Y hoy, Blas, quiero que lo escuches.
Quiero que sepas que no vamos a desfallecer en este camino del nacionalismo humanitario, de la Andalucía por sí, que vamos a transitarlo dia a dia,  que en todo aquello que hagamos estará tu voz, no importa lo pequeño o lo grande, porque nada es pequeño ni grande en este camino, todo importa, todo suma, todo es necesario.
Blas, tu lo sabias y nosotros lo sabemos : no hemos elegido el camino más fácil. Hace siglos que se encargan de desintegrarnos, de desprestigiarnos, de hacernos dudar, de enfrentarnos, de empobrecernos el cuerpo y el alma.  Y sabes, como nosotros, que han estado muchas veces a punto de conseguirlo, de hacernos llegar a un lugar sin retorno.  Lo han intentado una y otra vez. Pero no consiguen aniquilarnos, Blas y quiero afirmarlo hoy en este lugar donde quisieron rematar a Andalucía para siempre, quitándote la vida.
Aquí , Blas,  quiero decir que estamos vivos, que Andalucía no está sola y que cada vez vamos a ser mas  los que nos pasemos la antorcha en esta carrera  de relevos.  Quiero decirte  en esta tarde de agosto, que estamos comprometidos contigo y con Andalucía y eso significa que estamos comprometidos con ese SER andaluz  del que hablabas.
Ese Ser Andaluz han querido hacerlo invisible convirtiéndonos en fantasmas, en bufones, en castellanos, en mendigos… en cualquier cosa que evitara que nos reconociésemos como andaluces.
Ese SER ANDALUZ que incomoda tanto al poder.
Sabemos que eres molesto Blas, tu también sabes que eres molesto, que no te quieren, para qué vamos a mentirnos en un día como el de hoy.  Que las balas ya no son las que te asesinan, que te asesina el olvido y los disparos de silencio, que te mata la manipulación de tu palabra y de tu obra.
Yo sé que calarías en el corazón de los andaluces, que te querrían y que romperían los cristales de las vitrinas para liberarte de ellas si se les diera la oportunidad de conocerte, pero se les está negando Blas, te quieren seguir asesinando porque asesinarte, mas que quitarte la vida,   es esconder tu palabra, es negarte, es hacerte invisible entre los andaluces, es fabricar esa imagen bonachona de un notario bueno para que no te roce siquiera la idea de revolucionario.  
No sé si te servirá  que te diga  que intentamos evitarlo,  que no queremos sacarte a relucir sólo una vez al año, ni intercambiarte por votos, ni tenerte adornando plazas en las que los niños no saben quien eres.
Que la cultura oficial no es la que compartimos, que compartimos tu idea de cultura viva, de manifestación libre, de arte con identidad y sin dueño. Que durante siglos y hasta hoy, borraron los lazos que nos unían con nuestro pasado, con nuestra identidad, con nuestros antepasados. Queremos que sepas que como tú, valoramos lo racional, con la misma  fuerza que valoramos lo emocional, que no nos olvidamos del SENTIR, que es parte de nuestra esencia y que no vamos a renunciar a ella para parecernos a otros que nada tienen que ver con nuestro ser andaluz, ni tienen que ser modelo de nada, ni guía de nada. Nosotros tenemos nuestras propias herramientas para construir el futuro.
Ese ser andaluz que no tiene alma de militar, que no quiere entender la violencia pero que no va a aceptar que la violencia se ejerza sobre nosotros.  Ya de los turdetanos se decia que no servian para la guerra y de nuestros reyes andalusíes se criticaba su inclinación por el arte, por la música, por la palabra. Esta tierra siempre estuvo llena de poetas de distintas razas y religiones, poetas que decian “nunca afirmaremos nuestra cultura a golpe de sangre y fuego” pero que no sigan aprovechándose de ello porque sí hay límites.
 No nos quita nuestra inclinación por la paz el valor para defender tus palabras, para luchar por ellas, para no abandonar a Andalucía a su suerte en manos de quienes aprovechan las necesidades de este pueblo para seguir engañando.
Seguiremos exigiendo autonomía real y sin desequilibrios, soberanía en aquello que corresponda en este siglo XXI y lo haremos con energía. Nos ridiculizarán como hicieron contigo pero no nos va a importar porque sabemos que eso es parte del engaño y la manipulación de quienes tienen los medios para anular al otro.
Nos tomarán por locos, pero tampoco nos va a importar. Sabemos perfectamente hacia dónde vamos, como lo sabías tú, aquel dia de agosto, en el kilometro 4 de la carretera de Carmona, cuando después de tantos días de incertidumbre , de miedo y de sufrimiento, seguías convencido de tus ideas.
Hoy quiero decirte que aunque pueda  parecerlo, no nos han derrotado aún, que tu muerte, BLAS, no fue en vano y que vamos a llenar de contenido ese grito que se escuchó aquí hace 78 años  porque tenemos una patria en la conciencia.
VIVA ANDALUCÍA LIBRE !!

Carretera de Carmona- Sevilla-   11 de Agosto 2014